domingo, 22 de junio de 2008

La desintoxicación equilibra lo emocional, orgánico y mental

Ocho horas de sueño, ocho de trabajo y cuatro de descanso. La vida idílica para mantener un equilibrio emocional y de salud parece difícil en el mundo contemporáneo, en que el exceso de trabajo y la comida rápida son el pan de cada día. Los profesionales de la medicina natural ponen sus ojos en la integridad del ser humano desde los planos emocional, orgánico y mental. Las enfermedades son solo síntomas y la cura está en la parte espiritual de cada persona. ¿Por dónde empezar? La prevención es la clave, según distintas ciencias médicas como la homotoxicología (ciencia que estudia los tóxicos que existen en el cuerpo del ser vivo), la homeopatía y la medicina china. “Las personas esperan enfermarse para visitar al doctor... cuando los síntomas se manifiestan significa que la enfermedad está avanzada”, explica el homotoxicólogo Mario Henríquez. Desde la década de los ochenta, el ser humano sufre una degeneración predeterminada, potenciada por la contaminación y el consumo de alimentos con preservantes y químicos. Son los productos que se encuentran en los supermercados y que pasaron por procesamientos especiales (fumigación con pesticidas, empaques con sustancias químicas y demás) para mantenerse en las perchas.A esto se le suman los artefactos que rodean al hombre contemporáneo. se dice que el ser humano está expuesto a las cargas electromagnéticas de las computadoras, los teléfonos celulares, los cables de alta tensión, entre otros, lo que altera el estado nervioso. “Somos seres de luz, de energía, si se altera nuestra energía, las defensas bajan y vienen las enfermedades”, a esto se le denomina como “energía vital”; eso que mantiene con vida a las personas, es intangible e invisible. El equilibrio del cuerpo y el espíritu puede mantenerse a través de una vida con descanso regulado, alimentación sana y medicina natural.
La salud ingresa por la boca
El dicho ‘eres lo que comes’ cobra sentido cuando el 50% de los problemas de salud tiene que ver con la dieta. La buena alimentación comienza en las manos de la persona que prepara la comida ( en sus uñas, específicamente), hasta el producto final. El homotoxicólogo Mario Henríquez dice que cada tres meses las personas que trabajan en la manipulación de alimentos deben someterse a exámenes de uñas para detectar hongos en las manos . Por otro lado, los alimentos que tuvieron un proceso industrial contienen preservantes y colorantes que afectan a la salud del ser humano. Se cree que las personas tienen que volver a la comida natural, como por ejemplo el pollo criollo de campo o el pescado fresco.Aunque los factores ambientales, como las aguas contaminadas, también estimulan la proliferación de la bacteria Helicobacter pylori que provoca la gastritis. El hervor de estos alimentos puede evitarla.Pero además de la preparación de la comida, no es recomendable la cocción de alimentos en microondas, pues desnaturaliza los nutrientes y pierden sus propiedades.
Los excesos terminan en el corazón
Las bacterias y los virus son inteligentes y saben cómo, dónde y cuándo atacar a los órganos vitales del ser humano. Basta con apretar el gatillo. Hasta que se dispare, pueden pasar años de excesos de comidas chatarra, cigarrillo, sedentarismo y alcohol. Además si todo empieza con la actitud positiva del paciente, lo que le mantiene elevadas las defensas. De lo contrario, el estrés nervioso puede inflamar órganos como el corazón o el hígado. Todo depende del estado del sistema inmunológico, de la predisposición genética o de las enfermedades hereditarias de cada persona.Este tipo de emociones hace que el cuerpo humano libere endorfinas (hormonas que alteran el sistema metabólico). Es importante que cada individuo encuentre un equilibrio emocional a través de la oración o la meditación, acompañada de un tiempo de descanso de mínimo cuatro horas, sin contar el tiempo del sueño. En este sentido, también es primordial el consumo de frutas y vegetales rojos, como el tomate, la zanahoria, la remolacha, el ají, el pimiento, las frutillas, las cerezas y las manzanas.
El mecanismo de defensa natural es el sistema inmunológico, hoy en día fácilmente vulnerado por la mala alimentación y el cansancio mental y físico.Para mantenerlo fuerte es preciso evitar que las preocupaciones, los corajes, las penas, las frustraciones, los miedos y los sustos desequilibren la energía propia del cuerpo.Una buena alimentación, con índices elevados de vitamina C y proteínas, ayuda a mantener un equilibrio emocional.

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